
Con un Congreso fragmentado y la opinión pública dividida, el futuro de esta nueva ley de financiamiento parece incierto
En medio del trámite del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2026, el Gobierno del presidente Gustavo Petro confirmó que presentará una nueva reforma tributaria ante el Congreso entre el 15 y el 20 de agosto de 2025. Según el ministro de Hacienda, Germán Ávila, esta iniciativa será clave para sostener el equilibrio de las finanzas públicas y representa lo que denominó un “gran pacto fiscal”.
“Vamos a presentar la propuesta de ley de financiamiento en el curso del mes de agosto (…). El país y el Congreso deben tener un altísimo grado de responsabilidad”, señaló Ávila.
Lo que plantea el presidente Petro: más impuestos a ricos, menos a empresas productivas
En declaraciones recientes, el presidente Petro explicó que la reforma buscará redistribuir la carga fiscal. Entre sus propuestas, destaca el aumento de tributos a personas de altos ingresos, así como a patrimonios heredados y capitales que salen del país.
“Busco aumentar impuestos a las personas de muy altos niveles de ingresos a través del incremento del impuesto de dividendos, de herencias, de fusiones económicas, de salidas de capital”, declaró el mandatario.
También anunció que se reducirán impuestos a las empresas, salvo aquellas que explotan combustibles fósiles. Además, se considerarán impuestos presuntivos sobre tierras improductivas y aranceles ecológicos a productos que emitan CO₂.
Reacciones: del rechazo absoluto a la advertencia electoral
La propuesta no tardó en despertar fuertes críticas. Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, lanzó una dura advertencia política:
“Si el Congreso le pasa otra nefasta reforma tributaria a Petro, no puede quedar un solo congresista reelegido en 2026”.
En la misma línea, el economista Germán Ricaurte denunció que el propósito de la reforma sería únicamente expandir el aparato burocrático:
“Nos quieren clavar una reforma tributaria de $26,3 billones para seguir aumentando la burocracia. No tienen la menor vergüenza”.
Desde la academia, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana alertó sobre los riesgos de desequilibrio fiscal en ausencia de reformas estructurales que corrijan la trayectoria de deuda y déficit público.
Panorama en el Congreso: ambiente complejo y elecciones en el horizonte
El presidente del Senado, Lidio García, reconoció las dificultades que enfrentará la reforma para abrirse paso en el Legislativo, especialmente por el contexto electoral.
“No le veo tantas posibilidades (…) pero ofreceré una Presidencia garantista donde vuelvan los debates y las iniciativas parlamentarias”, señaló.
Con un Congreso fragmentado y la opinión pública dividida, el futuro de esta nueva ley de financiamiento parece incierto, aunque el Gobierno ya dejó claro que considera la aprobación de la reforma como una condición indispensable para garantizar la sostenibilidad fiscal del país.