En las últimas 48 horas, República Dominicana ha sido golpeada por fuertes lluvias, cobrando la vida de al menos 21 personas, según las autoridades locales que han declarado alerta en casi todas las provincias del país. Tres de las víctimas eran menores de edad, y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ha identificado cuatro estadounidenses y tres haitianos entre los fallecidos.
El colapso de un muro sobre varios vehículos en la capital, Santo Domingo, ha registrado la mayor cantidad de muertes, nueve en total. Ante este incidente, el Ministerio de Obras Públicas anunció una exhaustiva investigación para determinar las causas de esta tragedia. Según informes, el agua se infiltró en un subsuelo saturado, provocando el colapso de las bases del muro de hormigón.
El presidente Luis Abinader, describiendo la situación como un «evento extremo», mantiene en alerta a 30 de las 32 provincias dominicanas, con 14 de ellas en alerta roja debido a las persistentes precipitaciones. Otras nueve personas perdieron la vida en diversos incidentes en Santo Domingo, afectadas por inundaciones y el derrumbe de una pared en una vivienda. En el sur y este del país, dos personas murieron arrastradas por las aguas.
El Centro de Operaciones de Emergencia informa que alrededor de 13,000 personas han sido evacuadas de zonas de riesgo, mientras que el presidente Abinader destacó que estas lluvias constituyen el «evento de mayor precipitación pluvial jamás ocurrido en la República Dominicana». Atribuyó la situación a los desequilibrios generados por el cambio climático y urgió a la población a tomar conciencia al respecto.
«Los que no crean en el cambio climático, empiecen a creer», instó el mandatario, quien describió los daños como «extensos y cuantiosos». Las lluvias han provocado cortes de servicios básicos como electricidad y agua potable en diversas regiones del país, intensificando los desafíos para las autoridades y la población afectada.
El presidente Abinader, junto a su gabinete, anunció la suspensión de clases hasta el miércoles con el objetivo de evaluar las escuelas afectadas y garantizar la seguridad de los niños y jóvenes. Esta medida se suma a los esfuerzos del gobierno por hacer frente a las consecuencias de las lluvias, que han afectado no solo la infraestructura, sino también la vida diaria de los ciudadanos.
A finales de agosto, la tormenta Franklin dejó dos muertos y un desaparecido en República Dominicana, obligando a desalojar a unas 3,000 personas de áreas en condiciones peligrosas. Frente a esta nueva emergencia, el gobierno hace un llamado a la población para evitar actividades riesgosas en los próximos días y colaborar en las labores de prevención.
La situación en República Dominicana subraya la urgencia de abordar el cambio climático y fortalecer las medidas de prevención y gestión de desastres. A medida que el país enfrenta las consecuencias de estas torrenciales lluvias, la solidaridad y la cooperación se vuelven fundamentales para superar esta tragedia y avanzar hacia la recuperación.