NoticiasAMPM
En la cuenta regresiva para la COP28, que se celebrará en Emiratos Árabes Unidos (EAU), activistas expresan preocupaciones sobre posibles represalias en un país con un historial de represión de disidentes.
Como anfitrión de la Cumbre de Cambio Climático, EAU enfrenta llamados a proteger el espacio cívico y garantizar la participación plena de los observadores. Sin embargo, activistas temen restricciones para expresar sus preocupaciones sobre derechos humanos y justicia climática.
«EAU debe facilitar la participación activa de los observadores, no solo ofrecer garantías vagas», advierte Marta Schaaf de Amnistía Internacional.
El país ha sido criticado por su «pésimo historial» en derechos humanos, con condenas masivas de activistas hace más de una década.
La legislación emiratí impone severas restricciones a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, generando inquietudes entre los activistas.
«Las autoridades emiratíes han arrasado con su sociedad civil durante la última década», denuncia Richard Pearshouse de Human Rights Watch.
Aunque Emiratos ha prometido un espacio en la Zona Verde para activistas climáticos, se prevé que estos se concentren en la Zona Azul bajo la jurisdicción de la ONU, temiendo represalias en la Zona Verde.
«Hay una desconexión aterradora entre las promesas y la detención de defensores de derechos humanos», subraya Pearshouse.
Schaaf destaca que las organizaciones humanitarias internacionales, como Amnistía Internacional, no pueden ingresar al país para investigar desde 2014.
«Debería ser público el acuerdo entre la ONU y EAU sobre la conferencia», exige Pearshouse.
Desafío para la Participación Democrática en la COP28
«Un debate político efectivo requiere un entorno abierto e integrador, algo que EAU no cumple», afirma Schaaf.
Activistas sostienen que el cambio climático afecta desproporcionadamente a los más perjudicados y exigen un espacio donde sus voces sean respetadas y escuchadas.
Si bien Emiratos asegura que proporcionará un espacio para la participación pacífica, las detenciones de activistas plantean dudas sobre la sinceridad de esas afirmaciones.
Si en la COP27 Alaa Abdelfatah fue símbolo de represión, en la COP28 será Ahmed Mansoor, galardonado activista de derechos humanos detenido desde 2017.
«Mansoor es posiblemente el defensor de derechos humanos más conocido de EAU», destaca Pearshouse.
Activistas, gobiernos y organismos de la ONU se unen para exigir la liberación inmediata e incondicional de Ahmed Mansoor.
«EAU debe demostrar su compromiso con los derechos humanos liberando a Mansoor antes de la COP28», insiste Schaaf.
Con la conferencia a la vuelta de la esquina, la comunidad internacional observa de cerca cómo EAU aborda las preocupaciones sobre derechos humanos y garantiza un espacio seguro para el diálogo climático y la participación activa de todos los actores involucrados.
ADMIN 2
