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Las compras con tarjetas de crédito en Colombia experimentaron un descenso significativo del 13% a mediados de noviembre, según reveló el indicador del Bancolombia. Este declive, ajustado por los efectos de la inflación, refleja un panorama desafiante para el consumo a través de este medio.
A pesar de una leve mejora en la dinámica del consumo en comparación con el segundo trimestre, el informe sugiere que el registro estimado del tercer trimestre continuará por debajo del promedio de 2021. Factores como las altas tasas de interés, la inflación, la tasa de cambio y la baja confianza del consumidor han impactado negativamente.
Durante la semana del 9 al 15 de noviembre, el consumo experimentó un retroceso significativo, registrando la segunda cifra más baja en las últimas 21 semanas. La contracción nominal fue del 5%, mientras que, al considerar los efectos de la inflación, la medición se contrajo en un 13% en términos reales.
En cuanto a las variaciones, la variación nominal del consumo al corte de noviembre se acerca al 0%, y en términos reales, se sitúa en -8.5%. La dinámica del consumo de los hogares dependerá del ritmo de convergencia de la inflación y la tendencia de recuperación económica esperada.
Las regiones del Oriente y Caribe experimentaron las contracciones más notables, alcanzando un preocupante -23%, mientras que Occidente y Bogotá mostraron un desempeño más resiliente con caídas del 11%. A nivel de ciudades, todas presentaron caídas en el consumo, siendo Bogotá la menos afectada con una caída de un solo dígito.
El ticket promedio, indicador clave de la capacidad de compra, se encuentra un 4% por debajo del nivel registrado en el mismo periodo del año pasado. En términos reales, el ticket promedio cayó un 13% anual, evidenciando el impacto de la inflación en los bolsillos de los consumidores.
En cuanto a las categorías de comercio, solamente dos mostraron crecimiento frente al año anterior: domicilios, mensajería y pagos en línea, y educación, con aumentos del 29.4% y 1.4%, respectivamente. Entretenimiento y belleza fueron las más afectadas, con caídas del 29% y 26%, revelando un cambio en las preferencias de gasto.
Las cifras sugieren una tendencia continua en el año, donde las categorías relacionadas con bienes durables y semidurables pierden participación en el gasto de los hogares. Moda y variedades, tiendas por departamento, y hogar y tecnología lideran las contracciones, mientras movilidad y vehículos y supermercados y tiendas de barrio aumentan su cuota anual.
En retrospectiva, el mejor día de compras en el año fue el martes 4 de julio, mientras que los días con el desempeño más bajo correspondieron al domingo 1 de enero y al viernes 7 de abril. En noviembre, el martes 7 destacó como el día con el mayor nivel de compras, contrastando con los lunes 6 y 13, y el domingo 12, que registraron los niveles más bajos.
Estos datos pintan un panorama desafiante para la economía colombiana, donde la recuperación del consumo se ve obstaculizada por diversos factores. La evolución futura dependerá del manejo de la inflación y la restauración de la confianza del consumidor en un contexto económico complejo.
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