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La firma Alfa y Omega creó los diseños de la obra PUI La Iguaná y también fue designada para certificar la idoneidad de su propio trabajo.
En un caso muy particular de conflicto de interés, la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, EDU, en los años 2022 y 2023 firmó con una misma empresa los diseños y la interventoría de un proyecto al noroccidente de la ciudad.
Se trata de la Sociedad Alfa y Omega Ingenieros S.A.S, con quien el 14 de enero del 2022 se firmó el contrato 3306 con el objetivo de “Estudios y diseños técnicos para infraestructura pública en el municipio de Medellín” correspondiente a las obras del Proyecto Urbanístico Integral PUI La Iguaná, al noroccidente de Medellín.
De esta manera, durante todo el año 2022 la firma Alfa y Omega adelantó los diseños de las obras a desarrollar en este PUI. Pese a su labor como diseñador, en 21 de noviembre del 2023, la EDU firmó la interventoría del contrato con una unión temporal, donde el 50% de la participación era de la misma firma Alfa y Omega. Ambos contratos se entregaron bajo orden de compra y no por licitación.
Esta situación generó un claro conflicto de interés, porque la firma Alfa y Omega, en cumplimiento del contrato de interventoría, era ahora la que tenía que verificar la idoneidad de los diseños hechos por la misma firma, para esta obra.
Resulta que el contrato 3306 del 2023, con la Unión Temporal INAO Iguaná, firmado el 21 de noviembre, no estipuló que la firma Alfa y Omega Ingenieros S.A. participaba en la UT junto a la sociedad Innova Global S.A.S.
Suspensión de las obras
Ante este inédito panorama, las actuales directivas de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, EDU, decidieron suspender los términos de contrato firmado durante la administración de Daniel Quintero Calle, porque se está incurriendo en un evidente conflicto de interés. Así lo acepta un estudio contratado por la misma empresa, con la firma Enfoque Jurídico.
“Se considera que se materializa un escenario en el cual acaece un conflicto de interés respecto de la interventoría, toda vez que uno de los sus consorciados, elaboró los diseños que ahora debe vigilar y controlar en su rol de interventoría para que los mismos se ejecuten adecuadamente por parte del contratista de la obra”.
Posibles mayores retrasos y sobrecostos en la obra
Ante este panorama, la suspensión de las obras, la EDU se enfrenta a una situación donde las actividades podrían estar suspendidas indefinidamente, mientras se da una solución al conflicto de interés. Pese a que se podría declarar la nulidad del contrato de interventoría, este debería ser sentenciado en una orden judicial y NO por decisión unilateral de la Empresa de Desarrollo Urbano. Mientras tanto, los retrasos en las obras y con ellos los costos que acarrea, generarían otros inconvenientes al proyecto.
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