Las gradas del Atanasio Girardot retumbaban con la estruendosa celebración de la hinchada de Nacional. A las 7:50 de la noche, el estadio estaba lleno hasta el tope, un tapiz de camisetas verdes y blancas ondeando en la multitud de más de 40.000 aficionados.
El ambiente vibraba con intensidad, las banderas ondeaban al viento, y la música emanaba de la tribuna sur, contagiando al resto del escenario. Los corazones latían al ritmo de los tambores, los saltos y los cánticos que resonaban en todo el estadio.
Las tensiones alcanzaron su punto álgido cuando los equipos salieron al terreno de juego. Los aficionados, entregados por completo a la pasión, coreaban himnos, agitaban banderas y desplegaban un espectáculo visual impresionante con linternas y juegos pirotécnicos.
Locura internacional en la antesala del triunfo
A las 4:30 de la tarde, la Unidad Deportiva era un hervidero de emoción. Los aficionados, algunos provenientes de ciudades lejanas como Bogotá y Neiva, se congregaban con entusiasmo. La diversidad se manifestaba en acentos y procedencias, incluyendo la presencia de un colombiano desde Oslo, Noruega.
Con el pregón verde resonando, la entrada al estadio se convirtió en una procesión de fervor futbolero. Los corazones latían con la intensidad de la competición mientras se desataba la pasión, una locura internacional que se reflejaba en la variedad de colores y voces presentes.
Final apretado y épico desenlace
El reloj marcaba las 9:40 de la noche cuando la tensión se palpaba en el aire. En el segundo tiempo, Millonarios lideraba 1-0, y el frío viento acentuaba la ansiedad. A pesar de dos goles anulados para Nacional, la hinchada no cesaba en su apoyo.
El momento crucial llegó con el gol de Leo Castro, sumiendo al estadio en un momentáneo silencio. Sin embargo, la magia resurgió con el empate de Felipe Aguirre al minuto 90, desatando un éxtasis entre los seguidores.
La conclusión del tiempo reglamentario llevó a la definición por penales. Los nervios se apoderaron de los presentes, pero la atajada de Kevin Mier y el certero penalti de Eric Ramírez desencadenaron una explosión de júbilo. Nacional se proclamaba campeón de la Copa Betplay 2023.
Triunfo sellado: Nacional, campeón de la Copa Betplay 2023
El estadio estalló en un grito ensordecedor, un coro unificado de alegría y triunfo. El pregón verde retumbó nuevamente, acompañado por el himno del equipo cantado al unísono. Lágrimas de felicidad, abrazos y besos a los amuletos religiosos adornaban las gradas.
La gesta deportiva de Nacional quedaba sellada en la memoria de los aficionados, una dulce revancha que resonará en la historia del fútbol colombiano. La fiesta se extendió por las calles de Medellín, teñidas de verde y blanco, celebrando la victoria de un equipo que conquistó corazones y forjó una noche inolvidable en la Copa Betplay 2023.