Arnold Schwarzenegger, el icónico actor y exgobernador de California, revela detalles íntimos sobre sus infidelidades pasadas, reconociendo públicamente los errores que marcaron su vida amorosa.
En el centro de la controversia se encuentra su matrimonio con María Shriver, que se desmoronó tras 25 años y varias infidelidades. La primera de ellas, con Brigitte Nielsen en 1985, arrojó luz sobre un patrón que se repetiría en su vida amorosa.
El divorcio finalmente llegó en 2021, una década después de su separación. A pesar de este quiebre, Schwarzenegger no tardó en rehacer su vida junto a Heather Milligan, una fisioterapeuta 27 años menor que él.
Uno de los episodios más dolorosos fue su relación con Mildred Baena, su asistente, que resultó en el nacimiento de un hijo llamado Joseph. Este secreto permaneció oculto durante siete años, hasta que el parecido entre padre e hijo se volvió innegable, forzando la revelación.
En una entrevista reciente con ‘People’, Schwarzenegger, ahora con 76 años, confiesa su profundo arrepentimiento por el daño causado a Shriver. Aunque antes justificaba sus acciones como «errores y fallos», su perspectiva ha evolucionado con el tiempo.
El actor admite que la infidelidad con Baena fue «el mayor error de su vida». A pesar de ello, asumió su responsabilidad como padre y acompañó a Joseph hasta que completó sus estudios universitarios.
Schwarzenegger, al reflexionar sobre su transformación, reconoce que ha cambiado y que su enfoque ahora está en las personas y sus sentimientos. Asegura ser más maduro y reflexivo, distante de la actitud egoísta de su juventud.
En cuanto a su relación con Shriver, Schwarzenegger destaca que aunque la relación sentimental terminó, el amor persiste, ya que ella es la madre de sus cuatro hijos y una parte esencial de su vida. La pareja ha logrado mantener una relación cordial, enfocándose en el bienestar de sus hijos.
«No fue como si tuviéramos una pelea, nunca hubo una», afirma Schwarzenegger sobre su divorcio. La comunicación constante sobre eventos familiares, vacaciones y festividades ha sido clave para preservar la armonía en su familia.
Schwarzenegger, reconocido por su carrera en el cine y la política, señala que su evolución personal no solo es evidente en su vida amorosa, sino también en su actitud hacia los demás. Ha dejado atrás la egocentrismo de su juventud y abraza una perspectiva más considerada.
En última instancia, el actor enfatiza que su relación con Shriver seguirá siendo parte de su vida para siempre. A pesar de las complicaciones, ambos han demostrado que es posible superar los desafíos y mantener una conexión basada en el respeto y el amor compartido.
La historia de Arnold Schwarzenegger es un testimonio de redención y crecimiento personal, recordándonos que, incluso después de los errores más dolorosos, es posible evolucionar y construir relaciones más fuertes.