En un movimiento sorpresivo, el presidente colombiano Gustavo Petro destituyó al comisionado de paz, Danilo Rueda, enviando un claro mensaje a su Gabinete: «Nadie es intocable.»
El presidente, impaciente por ver resultados, no dudó en prescindir de Rueda, enviando una señal clara a sus ministros. En este gobierno, nadie es indispensable.
Petro, conocido por cortar cabezas sin miramientos, quiere resultados rápidos para revivir su mandato. Los rumores de cambios en el gabinete circulan en Palacio, manteniendo a todos alerta.
La destitución de Rueda, que sorprendió a muchos, revela la inescrutabilidad de Petro al tomar decisiones tajantes sin previo aviso. La Casa de Nariño guarda en secreto la razón detrás de la repentina acción.
En el Gobierno de la paz total, la posición del comisionado es crucial. Rueda, criticado por su improvisación, tuvo fricciones con el ministro de Defensa y el de Justicia, debilitando su posición.
La salida de Rueda ha generado un remezón considerable, poniendo a todos los ministros en alerta. Petro, inmutable en sus decisiones, ya ha tenido dos grandes crisis de gabinete en su año y medio en el poder.
Con 30 ministros en su mandato, solo siete de los originales permanecen. Ministros clave como Interior, Defensa y Exteriores enfrentan desafíos y desgaste en la opinión pública.
Las especulaciones sobre cambios ministeriales vienen desde hace meses. La destitución de Rueda podría ser el preludio de una apertura a otros sectores políticos, buscando un acuerdo nacional.
Petro, en búsqueda de gobernabilidad, ha sostenido reuniones clave con empresarios y el expresidente Álvaro Uribe. La remodelación del Gabinete se vislumbra como una estrategia para relanzar su Gobierno.
El presidente tuitea «No más sonajeros errados», refutando rumores sobre la salida del ministro de Defensa. Petro, con reformas atascadas y su popularidad a la baja, necesita encarar la crisis.
La salida de Rueda, un hombre omnipresente en el Gobierno, podría ser una señal de cambios más profundos. Petro, conocido por su talante conciliador en momentos clave, busca el renacer de su administración.
En este juego político, nadie está a salvo. Petro, históricamente inescrutable, podría estar gestando una remodelación ministerial estratégica para fortalecer su liderazgo en un momento crucial de su mandato.
La destitución de Rueda no solo es la caída de un comisionado, sino el preludio de una posible reconfiguración ministerial que definirá el futuro del Gobierno de Petro.